Las leyendas hablan de reyes lombardos o de princesas en fuga que, atravesando estas tierras en la Alta Edad Media, se encontraron con apariciones divinas. Impresionados por estas visiones, esos antiguos santos señalaron el lugar de su conversión, haciendo construir en él, de memoria perenne, una abadía y decorándola con reliquias importantes: la piedra que acogió la sangre del Salvador durante la flagelación, un trozo de la sábana en el que su cuerpo fue envuelto en el sepulcro, las espinas de su corona y así sucesivamente. El territorio estaba atravesado por la vía Francigena o Romea, que desde Canterbury conducía a los peregrinos a Roma, como lo atestigua el diario del obispo sajón Sigerico. A lo largo del camino se abrían todos los lugares de culto más importantes. Algunos tramos de esta carretera todavía son visibles, entre las colinas de Val d'Orcia, en las calles sinuosas del Alto Lazio. El tour, completamente guiado, pondrá a disposición del viajero los conocimientos adecuados para apreciar no solo el aspecto histórico de los lugares que serán visitados, sino también el artístico.
Habitación individual y triple bajo petición